¿Sabías que el 90% de los trabajadores deciden en los primeros seis meses si quedarse o no en la empresa? Por esa razón, invertir en un proceso de onboarding nos ayudará en la retención del talento y a la vez a reducir los costes de la rotación de empleados.
Con el onboarding, el nuevo empleado podrá…
- Aprender el puesto de trabajo, que funciones desarrollará, qué herramientas utilizará, que soft skills necesita…
- Conocer cómo funciona la compañía: cómo está estructurada, con qué departamento y otras personas trabajará
- Familiarizarse con la cultura corporativa de la empresa, conocer los valores y el propósito de la empresa
- Aumentar la retención de los nuevos empleados.
El onboarding debe ser de larga duración
Una formación de un solo día no es un onboarding. Las inducciones empresariales, es decir, la formación general de los nuevos empleados, no se considera onboarding, ya que no están personalizadas para el puesto de cada uno de los empleados nuevos.
El onboarding pretende ayudar al empleado a adaptarse a la nueva situación, y para ello se realiza un acompañamiento a lo largo de los primeros meses desde la incorporación. Durante estos meses se efectuará un seguimiento y se valorarán los resultados.
Las formaciones onboarding deberían consistir en dos fases:
- Un pre-onboarding, donde zanjar todo lo relacionado con la documentación del empleado y para formar en aquello que el nuevo trabajador debería conocer antes de entrar en su puesto
- Y un onboarding para ayudar a adaptarse al puesto de trabajo.
El onboarding como acompañamiento
Un onobarding no debe ser igual para todos los empleados, debemos ofrecer una formación y acompañamiento a medida, según las necesidades de cada puesto y persona.
El objetivo es situar al nuevo colaborador en la cultura empresarial y las dinámicas de trabajo, así como plantear objetivos que desarrollar en su puesto.
Otras tareas a ejecutar durante el onboarding es conocer al equipo, ya que son las mejores personas para formar sobre la cultura empresarial y el funcionamiento de la empresa. Podemos contar con mentores y formadores internos, personas que forman parte del equipo, que son expertas en su área y con afán de formar, para que acompañen a los nuevos empleados durante el proceso de onboarding.
Para ayudarte en la gestión de los onboardings, una plataforma de capacitación LMS puede ser una solución. En ella podrás reunir toda la documentación que necesitan los nuevos empleados, realizar actividades, tutorías y medir su progreso a través de ejércitos, tests y datos.
Conclusiones
Como ves, el onboarding es un proceso muy importante para tanto para las nuevas incorporaciones como para la misma empresa. Como ya hemos dicho al principio, los seis primeros meses son esenciales para adaptarse y conocer el funcionamiento de la empresa. La formación nos ayudará a que este proceso de adaptación sea más rápido y fluido, y que el nuevo trabajador se sienta más a gusto con su nueva empresa.