Las personas estamos constantemente aprendiendo, de manera consciente o no. Según la situación del aprendizaje, podemos diferenciar entre el aprendizaje informal y el formal.
El aprendizaje informal es el que se realiza de manera inconsciente, pero constante y es difícil de capturarlo y hacerlo explícito dentro de la compañía. Son aquellos aprendizajes que se adquieren en nuestras actividades del día a día vinculadas con nuestro trabajo. No están estructurados y por ello no son evaluables no tienen ninguna titulación.
Por otro lado, el aprendizaje formal es aquel que se realiza de manera consciente, donde se participa de manera activa en una experiencia formativa organizada. Este tipo de aprendizaje suele estar reglado y sigue un meticuloso proceso, cosa que permite evaluarlos. Este tipo de aprendizaje es el que trabajaremos a lo largo de esta guía.
Como formadores o como departamento de RRHH, se nos presentan dos grandes retos. El primero es ayudar a los empleados a consolidar y compartir el aprendizaje informal. Las oportunidades para el negocio aumentará si conseguimos que las personas dentro de la empresa compartan de forma regular lo que aprenden en su día a día.
El segundo reto trata de conseguir que la formación formal sea una experiencia rica en conocimientos y utilidad. No se trata de hacer formaciones donde el participante tenga la sensación de estar perdiendo el tiempo. Debemos cuidar cada uno de los aspectos del desarrollo de la formación. Por eso esperamos que esta guía sea de utilidad para enriquecer tus formaciones.
Para que el alumno aprenda, necesitamos despertar las ganas de aprender, construir un criterio y conseguir que el alumno sea capaz de ser autónomo en el aprendizaje. Podemos detectar tres tipos de objetivos:
1. Concienciación. Inspirar y sensibilizar sobre una temática y favorecer en los profesionales la proliferación de nuevas conexiones neuronales que facilitan el desaprendizaje de antiguas creencias o formas de entender las cosas para dejar espacio para nuevos aprendizajes.
2. Metodología: Construir el criterio del alumno a partir del lenguaje de otras personas y poder así tomar decisiones para su posición. Se trata de construir y organizar conocimientos para poder ser recordados.
3. Capacitación: Desarrollar la habilidad para crear nuevos hábitos de trabajo. Este tipo de formaciones son de orientación práctica para transferir el conocimiento rápidamente al puesto de trabajo.
Podemos diferenciar los formatos de aprendizaje formal según el lugar donde el alumno recibe la formación y cómo se entrega el contenido. Es importante tener en cuenta el objetivo formativo a la hora de escoger el formato.
La formación se realiza en un sitio físico, en directo y cara a cara. Podemos diferenciar 4 formatos clásicos.
La formación se realiza a través de una pantalla. Las posibilidades son enormes y supone un ahorro de costes muy elevados. Por el contrario, hay que ayudar a los alumnos a tener disciplina.
Combina el formato presencial con el online. Hay dos grandes tendencias de este formato.
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