La primera jornada de EdTech Spirit el pasado 25 de febrero en el auditorio de BSM-UPF. Dentro del marco de la Tech Spirit Barcelona, iniciativa organizada a contrarreloj tras la cancelación del Mobile World Congress y el 4YFN, el track EdTech Spirit se centró en la importancia de la tecnología en la educación y en conocer de primera mano las experiencias de diversas startups del sector EdTech.
La mesa redonda moderada por Fernando de la Rosa, co-founder de Foxize, se centró en cómo empresas de diferentes sectores están abordando el proceso de transformación digital de sus empleados.
Entre los invitados encontramos a Laura Gil, directora de transformación digital en Estrella Damm; Òscar Ollè, Chief Happines Officer en Ulabox; Sofia Mayoral, comunicación digital en Banco Sabadell, y Ángel Alonso Esteve, Head of Digital and Innovation en Sanofi.
Es paradójico que actualmente en las empresas se hable de transformación digital y de los beneficios de la tecnología, pero de las empresas que han realizado el test de Foxize, pocas personas lleguen a la nota media.
Para Gil, la transformación digital requiere de un esfuerzo para salir de la zona de confort y hay personas que lo entienden antes y otras más tarde. Es necesario anticiparse a la disrupción digital. Es necesario hacer un esfuerzo para equilibrar el gap personal y profesional. “En Ulabox, si hay una persona que no entiende de habilidades digitales, no puede trabajar”, comenta Ollè, “Es necesaria una transformación constante”.
La transformación digital se realiza de diferentes formas en cada empresa. Banco Sabadell crea un plan formativo personalizado para desarrollar el talento interno, mientras que Sanofi forma al equipo millennial para reducir el gap y abrir un dialogo abierto con el top management de la empresa.
La globalización y la digitalización hace que sea necesaria una gestión continua del cambio. Los negocios cambian, los puestos de trabajo cambian y las carreras profesionales de las personas también cambiarán.
“No existe una recompensa para digitalizarse personalmente”, comenta Gil, “debe venir de dentro”. Alonso tiene claro que el departamento de transformación digital también va a mutar. “No saber que va a pasar dentro de 2 años me inquieta y me emociona a la vez. Despierta en mí el interés por la innovación y la formación”.