WhatsApp tenía 55 empleados y 420 millones de clientes cuando fue adquirida por $19K millones en febrero de 2014. Airbnb está a punto de sobrepasar a las mayores cadenas hoteleras en número de habitaciones, aunque no cotiza está valorada en $10K millones. Y sólo cuenta con 600 empleados. Los 125 de Blablacar combinan cada mes dos millones de viajes en vehículos compartidos, un tercio del transporte en autocar en España.
Cuando pensamos en comunicar a la gente entre sí, vemos grandes empresas que se anuncian por la tele con las que cuesta hablar por teléfono. Cuando pensamos en alojamiento, imaginamos cadenas planetarias de oferta uniforme y forzado toque personal. Cuando pensamos en vehículos compartidos, anticipamos vagones masivos que ruedan, vuelan o se desplazan sobre raíles y que siempre paran cerca de donde uno va pero nunca en la puerta.
Proveen la misma función social. Pero son diferentes. Están diseñadas para crecer. Éstas son sus reglas:
Regla nº1: “Lo que pueda hacer un algoritmo, que lo haga un algoritmo”.
No hay colaborador más eficiente que un algoritmo: le enseñas una vez a organizar tu oferta, a cualificar a tus usuarios y a anticipar sus deseos, y lo hará siempre así. Además, mejorará con la escala, feliz.
Regla nº2: “Lo que puedan hacer los usuarios, que lo hagan los usuarios”.
Los activos, las capacidades, los conocimientos clave están distribuidos por todo el sistema. Ver el mercado potencial sólo como capacidad de consumo es no ver el potencial del mercado. Los ciudadanos productores ponen en valor lo que tienen, lo que saben, lo que saben hacer en plataformas de confianza mutua. También aquí, cuantos más, mejor, felices.
Regla nº3: “Lo que no pueda hacer un algoritmo ni pueda hacer un usuario tendrá que hacerlo la organización”.
Los 55 de la compañía de comunicaciones, los 600 de la cadena de alojamiento, los 125 de la flota europea. Los mejores.
No crecen solas, crecen con su ecosistema. Están diseñadas para generar más valor del que necesitan para sobrevivir y desarrollarse, y distribuyen la diferencia entre los participantes que alimentan su crecimiento. Son contributivas.
Son gigantes a los que vimos nacer y que como Goliath nos parecen invencibles. Pero la ventaja no es para el que llega primero, sino para el que llega el último: el que fija el estándar y cierra la categoría. Hubo decenas de buscadores antes de Google.
La partida sigue abierta, prepárate para crecer, reorganiza tus cartas.
Sobre el autor
Javier Creus es fundador de Ideas for Change, autor de Pentagrowth y profesor en Foxize School. Actualmente, es uno de los mayores expertos a nivel nacional en economía colaborativa, modelos de negocio abiertos y P2P e innovación ciudadana.
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