La primera jornada de EdTech Spirit el pasado 25 de febrero en el auditorio de BSM-UPF. Dentro del marco de la Tech Spirit Barcelona, iniciativa organizada a contrarreloj tras la cancelación del Mobile World Congress y el 4YFN, el track EdTech Spirit se centró en la importancia de la tecnología en la educación y en conocer de primera mano las experiencias de diversas startups del sector EdTech.
Jordi Corominas, CEO de Additio App, moderó la primera charla de las jornadas EdTech Spirit, donde reunió a los representantes de diversos proyectos EdTech centrados en acercar las nuevas tecnologías al aula.
Entre los participantes se encontraban:
Corominas abrió el debate de las EdTech en el ámbito escolar preguntando a los participantes si es necesario que el modelo educativo sufra un cambio radical o si debe ser completado con determinadas iniciativas.
Pascual cree que el sistema educativo actual está en crisis y esto viene dado por la sociedad. Hoy en día necesitamos preservar el foco en la persona para ayudarlas a crecer y complementar sus conocimientos, de eso se trata la esencia de la educación. El saber por saber hoy en día no es una necesidad.
Hoy en día el reto de los profesores consiste en hacer de guía de los estudiantes para que descubran y aprendan por sí mismos, cuenta Torrijos. La figura del profesor está en constante cambio, pero el sistema educativo sigue igual que hace 50 años.
Nos encontramos en un cambio de paradigma educacional añade Pascual. La sociedad y los estudiantes actualmente se mueve por experiencias, por lo que el rol del docente ha pasado de ser un transmisor de conocimiento a ser un escenario de actividades y experiencias.
El siguiente tema de la mesa redonda indagaba en la cabida de estas nuevas iniciativas tecnológicas en las aulas.
Durante la digitalización, los centros educativos adquirían nuevas tecnologías en las aulas, pero sin una aplicación concreta. Para Pascual, el siguiente paso actual es tener claro para que nos sirven estas herramientas.
Cerdà explica que las nuevas tecnologías en las aulas sirven para crear autopistas de conocimiento y se debe pensar detenidamente que contenidos pasan por ella. Por ejemplo, en Film Club trabajan con contenido fílmico para trabajar y entender el lenguaje audiovisual.
Fernández añade que “cuando el producto tecnológico es suficientemente atractivo, es más fácil de introducirlo en las aulas, incluso en las culturas más tradicionales”.
¿Estamos preparando los alumnos con las habilidades necesarias para el mercado laboral?
Todos los ponentes están de acuerdo que se necesita seguir trabajando en este tema. El ámbito de la educación y el mundo laboral siguen separados y no parece que exista ninguna motivación por acercarlos, tanto por parte de las escuelas como por parte de las empresas, dice Torrijos.
En las escuelas se desarrolla el conocimiento de los alumnos en base de un currículum fijo, usado como una checklist que debe ir siendo completada. Fernández añade que el currículum en realidad debería ser un medio para enseñar las soft skills, pero que difícilmente se reflejan en él actualmente. Y es que encontrar personas con conocimientos específicos para un puesto de trabajo es fácil, pero encontrar a alguien con habilidades profesionales (soft skills) bien desarrolladas es más difícil.
Fernández remarca que son necesarias “más apertura de las leyes para poder indagar en el tema curricular en las escuelas”, y añade: “Tendría que haber tantos currículums como centros educativos que existen”.
Para acabar la charla, Jordi Corominas, moderador, preguntó a los invitados como veían ellos la educación dentro de 10 años.
Para Torrijos, dentro de 10 años las clases magistrales habrán muerto y se potenciarán los profesores inspiradores. “Vienen momentos transformadores en la educación”.
Cerdà cree que si la sociedad sigue poniendo el peso en las horas extra de los docentes habrá un desmoronamiento del sistema educativo.
Fernández cree que habrá una revolución educativa, entre ellas, ya no será necesario los edificios físicos para aprender de los unos a los otros.
Pascual añade que los cambios de la educación partirán mayormente de los intereses de los estudiantes, que son el foco del aprendizaje.